sábado, 16 de octubre de 2010

Mis primeros pasos entrenando

     Ya he hablado mucho de cómo surgió mi decisión de empezar a correr, lo que me supone y de cómo ha sido mi primera carrera, pero de lo que no he escrito nada todavía es de la forma en que he empezado a entrenar, así que nada mejor a lo que dedicar esta nueva entrada.
     En todos los sentidos me encuentro aún en una situación bastante primitiva  dado que comencé a correr hace tan solo tres meses. Mis entrenamientos hasta el momento se han limitado a salir por la calle o por pistas de atletismo, unas veces a solas y otras con algún amigo. La longitud y el tiempo las he ido ampliando a medida que el cuerpo me pedía más y con una frecuencia de 3 a 4 veces a la semana, haciendo de una de ellos más intensa que el resto. Si mis primeros días llegar a 4 km de carrera continua eran una odisea, ahora puedo correr más del doble sin llegar a sufrir un gran desgaste físico.  También estoy leyendo muchas páginas web y revistas sobre atletismo, maratones, nutrición..., las cuales son bastante interesantes y  me ayudan mucho a informarme de manera que unas me enseñan nuevos ejercicios, de otras puedo sacar qué alimentos son más recomendables para reducir peso y poder mejorar mi rendimiento (de forma que me llevan a aprender lo influyente que es la alimentación no solo en el atletismo) y en otras puedo aprender de las experiencias de los demás  corredores o el mejor equipamiento así como del tipo de terreno en el que es más recomendable entrenar. De esta manera voy adaptando, paulatinamente, mis hábitos a esta nueva situación. A medida que pasa el tiempo me siento más en forma y mejor conmigo mismo, no solo en el plano físico sino en el plano psicológico también. Hasta el momento todo va de forma adecuada pero siempre sin olvidar que estoy en el comienzo y queda mucho trabajo por hacer.

domingo, 10 de octubre de 2010

Mi primera carrera

     El domingo (26 septiembre) corrí la que ha sido mi primera carrera, fue la carrera popular Madrid corre por Madrid 2010. El ambiente era sensacional, una gran cantidad de corredores de todas las edades, un gran ambiente, un día soleado y sobre todo el sueño cumplido de volver a sentirme dentro del mundo del deporte y compitiendo otra vez. Mi estado de forma está todavía muy lejos de lo que me gustaría pero este primer año realmente me lo voy a plantear solo como una primera toma de contacto. Nunca alcanzaré grandes tiempos, pero claro está, que lo mejor de todo es que el principal rival a superar siempre es uno mismo. Así que salí tranquilamente a disfrutar de la carrera y olvidarme del tiempo, lo importante era llegar a la meta, después de todo creo que era la primera vez en mi vida que corría diez kilómetros. Fue un día muy especial, era distinto, se veía a toda la gente sonriente y feliz, algunos como yo no nos pudimos apuntar porque se nos pasó el tiempo, pero a quién le importaba eso cuando lo interesante era pasar un buen rato. La sensación de ver como había unos animando, otros tomando fotos, la belleza del recorrido por el centro de Madrid y el sentirse dentro aquello, será un momento para recordar. Al final llegué a la meta en aproximadamente 55 minutos y la verdad me sentía el más feliz de todos, podría haber tardado algo menos pero había que disfrutar de esa carrera al máximo, cuanto más lejos estuviese la meta mejor porque jamás la olvidaré. Ha sido la primera de muchas, estoy seguro de ello, y si alguna sensación se quedó por encima de otra al final de la misma, fue el saber que acabo de descubrir un mundo de lo más interesante. Un mundo dentro del cual quiero estar. El correr como forma de superarse a uno mismo.

sábado, 9 de octubre de 2010

¿Por qué he empezado a correr?

Muchos años han pasado ya desde la última vez que hice deporte de forma seria. Acababa de cumplir 15 años y era el último partido de liga con el equipo cadete de fútbol de mi pueblo. Antes de ese partido habían transcurrido muchas horas de fútbol, y no solo de fútbol, sino también de kárate, bicicleta, atletismo… Pero aquel día tomé una decisión que a día de hoy no consigo explicarme. Desde ese momento, únicamente los paseos en bicicleta que hacía por el campo, cuando aún estaba viviendo en mi pueblo y, posteriormente, esporádicas salidas por las calles de las ciudades en las que he ido residiendo hasta ahora, eran el único atisbo de ejercicio físico que realizaba. El paso del tiempo no hizo sino crearme una gran añoranza de aquella feliz etapa de mi vida. Siempre soñaba con un día en que volvería a estar en forma y competiría de nuevo, pero era algo muy lejano, casi imposible. Mientras tanto, dentro de mí seguía esa necesidad de competir y demostrarme hasta dónde era capaz de llegar, a la vez que quería desquitarme esa sensación de sedentarismo y pesadez.


Cuando me mudé a Londres me llamaba mucho la atención ver a gente continuamente corriendo por las calles, por cualquier lugar y a cualquier hora, de modo que empecé a hacer lo mismo. Al principio sentía mi cuerpo pesado, mi estado de forma era pésimo, pero a medida que salía a correr más y más, me di cuenta de que el hacerlo asiduamente me ayudaba a combatir el estrés que me producía el trabajo, al mismo tiempo que me generaba una magnífica sensación de bienestar, y lo que era incluso mejor, empecé a ver en las carreras la forma de volver a la competición, aunque no lo tenía nada fácil debido a mi trabajo. Pese a todo, a partir de ese momento, el running se me quedó en mente como el camino para aquello que necesitaba, era la solución.


Hace ya unos meses que me vine a vivir aquí a Madrid, y como si el destino me estuviese esperando, mi compañero de piso me comentó que hacía un tiempo que salía a correr con mucha frecuencia ya que tenía un grupo de amigos que solían ir a carreras populares, incluso algunos a maratones. Así que gracias a ello me decidí a entrenar y desde aquel instante he vuelto a recuperar la motivación por el mundo del deporte.