Me encuentro aquí, en casa, disfrutando de mis vacaciones navideñas y aprovechando el tiempo libre que tengo para ponerme a hacer algo que tenía pendiente: escribir mi nueva entrada en este blog que en cierto modo viene a justificar el retraso de la misma. Esta vez voy a hablar de algunas de las dificultades a las que me estoy enfrentando como corredor amateur.
Son casi cinco los meses que llevo viviendo en Madrid, y el periodo que hace que entreno de forma habitual. He cambiado ya una vez de trabajo y otra de residencia. Cambios que dificultan el mantener cierta constancia a la hora de realizar los entrenamientos. Por suerte, mi nueva casa está en la misma zona en la que vivía anteriormente, por lo que no he necesitado encontrar nuevos lugares por los que salir a correr, pero el hecho de tener un nuevo trabajo, con un nuevo horario y tener que estar concentrado en aprenderlo, unido a la llegada del clima invernal, lo convierten todo en algo más complicado. A veces, es difícil desarrollar un buen plan de entrenamiento debido a la amplia jornada laboral e incluso en los momentos en que se puede entrenar es importante medir bien tanto el tiempo como la intensidad. Últimamente he pasado de salir a correr 3 o 4 días por semana a hacerlo 2 o incluso 1. Por desgracia no he podido mantener el ritmo de entrenamiento que había alcanzado y mi estado de forma se ha debilitado un poco, pero las ganas y la motivación siguen siendo las mismas.
Recientemente, pude participar en otra carrera popular, aunque no me había preparado lo suficiente conseguí hacer unos minutos menos que en la anterior. Una vez más no di importancia al tiempo sino al disfrutar de la carrera. No obstante, estoy empezando a plantearme el reto del crono para así poder dar lo mejor de mí mismo puesto que en este año 2011 que entra en breve me gustaría disputar mi primera media-maratón y maratón.
Son casi cinco los meses que llevo viviendo en Madrid, y el periodo que hace que entreno de forma habitual. He cambiado ya una vez de trabajo y otra de residencia. Cambios que dificultan el mantener cierta constancia a la hora de realizar los entrenamientos. Por suerte, mi nueva casa está en la misma zona en la que vivía anteriormente, por lo que no he necesitado encontrar nuevos lugares por los que salir a correr, pero el hecho de tener un nuevo trabajo, con un nuevo horario y tener que estar concentrado en aprenderlo, unido a la llegada del clima invernal, lo convierten todo en algo más complicado. A veces, es difícil desarrollar un buen plan de entrenamiento debido a la amplia jornada laboral e incluso en los momentos en que se puede entrenar es importante medir bien tanto el tiempo como la intensidad. Últimamente he pasado de salir a correr 3 o 4 días por semana a hacerlo 2 o incluso 1. Por desgracia no he podido mantener el ritmo de entrenamiento que había alcanzado y mi estado de forma se ha debilitado un poco, pero las ganas y la motivación siguen siendo las mismas.
Recientemente, pude participar en otra carrera popular, aunque no me había preparado lo suficiente conseguí hacer unos minutos menos que en la anterior. Una vez más no di importancia al tiempo sino al disfrutar de la carrera. No obstante, estoy empezando a plantearme el reto del crono para así poder dar lo mejor de mí mismo puesto que en este año 2011 que entra en breve me gustaría disputar mi primera media-maratón y maratón.